Si necesita asesoramiento con un despacho de abogados de familia experto en derecho matrimonial con servicio en Fuenlabrada puede contar con nuestro bufete.

El despacho más cercano lo tenemos en Leganés y prestamos servicio con consultas gratuitas y tramitación de divorcios y separaciones de mutuo acuerdo en Fuenlabrada y todo el sur de Madrid.

Para una persona que necesita un abogado matrimonial, una de las cosas más importantes es que se le explique la situación de una manera entendible. El enfoque de nuestro despacho es que cuando una persona necesita asesoramiento no suele ser en la mayoría de los casos con carácter preventivo, sino por tener un problema o inquietud jurídica. Esto puede suponer que esté sometido a estrés y nerviosismo, lo que hace que la explicación de un abogado no pueda desarrollarse en términos técnicos, sino con las palabras más sencillas, que sin dejar de ser fiel reflejo de la realidad, sean lo más entendibles posible.

No pretendemos dar charlas teóricas de derecho que de poco le serviría a un cliente con dificultades en su matrimonio. Lo que intentamos es explicar exactamente aquello que quiere y necesita saber una persona desde el punto de vista más llano y cercano.

Los abogados de familia no tienen un trabajo en el que tengan que redactar convenios reguladores con palabras muy técnicas, no, todo lo contrario, debe de estar enfocado al entendimiento más sencillo posible.

Lo primero que tiene que saber si se enfrenta a una situación de dudas en derecho de familia es resolverlas antes de tomar ningún tipo de decisión en la vida real. Lo que no es recomendable es tomar decisiones entre los cónyuges de trascendencia jurídica relevante sin haber consultado antes a un abogado de nuestra confianza.

¿Por qué?

Sencillamente por no poder tomar una decisión totalmente consciente y libre habida cuenta de que no se cuenta con la información y premisas adecuadas. Si falta un conocimiento de la trascendencia legal de nuestras decisiones, estas decisiones tendrán un gran nivel de incertidumbre y posibilidades de equivocarnos. Decidir sin conocer la repercusión legal puede llevar a tomar decisiones diferentes a las que se hubieran tomado si se hubieran tenido todos los datos e información previa.